La metamorfosis de los Premios Ondas: de mujer dorada a Pegaso de bronce

Normalmente, la gente espera obtener algún resultado de las reuniones de trabajo: una conclusión, una solución, una idea… Hace más de 60 años, Ramón Barbat, el entonces director de Radio Barcelona, aprovechó una reunión con los directivos de la Cadena SER para exponer la necesidad de reconocer el trabajo bien hecho. Una buena forma de hacerlo era mediante la creación de unos galardones a nivel nacional, el I Premio Nacional de Guiones, celebrado el 7 de noviembre de 1953, y que un año más tarde se convirtió en los Premios Ondas, nombre que adoptó de la ya desaparecida revista Ondas.

De esta forma, lo que comenzó siendo un concurso de guiones se convirtió, con el paso del tiempo, en los decanos y más prestigiosos premios de radio y televisión que se conceden en España. Transformación también literal, porque la estatuilla que simboliza los premios ha asumido hasta seis cambios de forma desde 1954 hasta hoy.

Cómo la mujer dorada se convirtió en el Pegaso de bronce

Mujer (1954-1955)

El primer trofeo que se entregó representaba la figura de una mujer que sujetaba, con los brazos en alto, una corona triunfal como símbolo de victoria. Fue conocida como Gloria por un redactor de la revista Ondas: “Hola, Gloria”, la saludó quitándose el sombrero. Este trofeo lo recibieron voces como Bobby Deglané por ‘Cabalgata fin de semana’, el programa radiofónico que sonaba la noche de los sábados y que “cae”, con toda probabilidad, en el examen de Historia de la Radio.

Un año más tarde, en 1955, comenzó la metamorfosis del trofeo. Continuó siendo la representación de una figura femenina, pero esta vez, sin alzar los brazos y sin corona; con tan solo una rama de laurel pegada a su cintura. Era una mujer igualmente victoriosa. Sin embargo, debido a la gran influencia de Hollywood, la estatuilla adoptó nombre masculino para medios y audiencia: Óscar.

En este tiempo, además de los cambios que sufrió el galardón literalmente, se sumaron otros muy importantes, como la apertura de fronteras con la categoría internacional en 1956, y la sección de Premios Ondas de Televisión en 1957.

Águila (1958-1959)

1958 fue el año del gran cambio. Al menos del primer gran cambio, porque después vinieron más… Pasó de mujer a águila, se colocó sobre una cúpula dorada y allí se quedó un año. Con las alas estiradas. Se realizaron dos versiones: si el premio era de radio o televisión, contenía una antena sobre sus alas; si bien el premio era para la música, soportaba un disco. Fue entonces cuando la estatuilla dejó de llamarse Óscar y adquirió el nombre de la revista Ondas.

Más tarde, en 1959, asumió una forma más alargada simbolizando un pedestal y el animal, que seguía siendo protagonista, en la parte superior con las alas desplegadas.

Pegaso (1972- Actualidad)

En todo este tiempo, el palmarés siguió aumentando y todos aquellos profesionales y programas que recogían este trofeo escribían su nombre en la historia de la radio y la televisión, como Matías Prats, Joaquín Prat, Encarna Sánchez, Sautier o Matilde Conesa.

Trece años tardó en volar, hasta 1972: la fase más dura de su metamorfosis. Desde entonces el trofeo mantuvo la espectacularidad de su forma y las alas, nada más. El águila se transformó en un Pegaso plateado y redondo. Veinte años más tarde, sufrió su última modificación hasta la fecha para convertirse en un Pegaso de bronce con aire minimalista. Además, ya en 1991, los premios habían sumado una nueva categoría: el cine, y fue en el año 1993 cuando los Premios Ondas dieron el giro definitivo al incorporar la categoría que destacaba las producciones musicales.

Más de sesenta años de historia, de cambios de forma y fondo. Líneas curvas que terminaron siendo rectas y nuevas categorías que fueron apareciendo a medida que la radio y la televisión las requerían.

No sabemos si en algún momento continuará la metamorfosis del Pegaso de bronce, pero sabemos que cada vez están más cerca los Premios Ondas 2020 y que hasta el 1 de octubre estará abierto el plazo para presentar las candidaturas.

¡La historia de los Premios Ondas continúa escribiéndose!

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