Ana Fuentes: «Consumir hoy es como vivir hoy, tiene mucha más complejidad»
Esta temporada, en la Cadena SER contamos con una nueva directora y presentadora de programa. Es Ana Fuentes, quien ya está al frente del nuevo programa de consumo de la SER, Código de Barras. Un punto de encuentro entre la radio y los consumidores para hablar sobre qué consumimos, cómo lo hacemos y qué clase de sociedad estamos construyendo con ello. Además, a través de expertos, el programa nos enseñará a defender nuestros derechos a la hora de consumir y contratar servicios.
La SER siempre ha apostado por ofrecer a sus usuarios información sobre consumo. ¿Cómo se enfoca la información de consumo en el siglo XXI y en el contexto en el que nos encontramos?
El consumo digital y el consumo analógico están totalmente imbricados
La información de consumo hay mucha que sigue siendo igual, en el sentido de que los consumidores tenemos ciertos derechos que a veces no conocemos o que no sabemos cómo hacerlos valer. Pensamos que nos va a costar tiempo, dinero. A veces son trámites que se nos escapan. Y la idea es darle a la gente la información para que pueda tomar decisiones informadas. Pero también nos gustaría incorporar ese punto de reflexión sobre lo que es consumir hoy en el mundo.
Los objetos nos llegan a casa simplemente con hacer clic con el ordenador en 48 horas. Vienen de sitios que muchas veces ni siquiera sabemos qué circunstancias lo rodean, las circunstancias laborales de la gente que está trabajando para enviárnoslos, cómo son esas cadenas de montaje, esas cadenas de valor, qué es el valor añadido. Después hay un punto de ciudadanía digital, de privacidad. Ahora mismo ya el consumo digital y el consumo analógico están totalmente imbricados, no tiene sentido que lo separemos. Así que consumir hoy es como vivir hoy, tiene mucha más complejidad.
¿Qué se siente al ponerse ante la alcachofa amarilla de la SER como directora de programa?
Dirigir un programa aquí es un orgullo, es un honor. Pero al final la alcachofa amarilla la llevo viendo mucho tiempo. Yo empecé aquí hace 15 años. Trabajé en la redacción y después me marché como corresponsal. Luego volví tras unos años fuera en Francia, en China y en Estados Unidos, y seguí colaborando con la radio en tertulias en A vivir que son dos días. Con lo cual es volver a casa, es reengancharse por otra vía. Me hace mucha ilusión y espero seguir enganchada y a la altura.
Has sido corresponsal en otros países. ¿Los españoles somos diferentes a la hora de consumir?
Ahora mismo, en un mundo global con cadenas de valor que están muy interrelacionadas, tenemos mucho que ver también en consumo cultural, en las referencias con muchos otros países, con Estados Unidos, con el resto de Europa, incluso con Asia, a donde llegan, por ejemplo, películas que todavía no se han estrenado en Europa. Es muy interesante ver cómo cada sociedad se relaciona con sus derechos como consumidores y qué espacio tienen esos consumidores en la sociedad.
Yo recuerdo en los Estados Unidos la gente es muy proclive a reclamar. Muchas veces pueden demandar a instituciones, a compañías y saben que hay un ejército de abogados para ayudarles porque van a éxito y muchas veces lo tienen. En la Unión Europea es interesante estudiar el engranaje legal, que muchas veces va despacio, pero que al final ampara a un individuo más desprotegido y que llega más abajo en capas que finalmente no tienen tanta protección. Y en Asia es muy interesante también cómo los consumidores viven ahora mismo un desenfreno en muchos países porque les fascina y empiezan a tener recursos para poder permitirse ciertos servicios, ciertos productos.
El consumo tiene que ver mucho con la privacidad y con nuestros datos
Pero también, como decía, el consumo tiene que ver mucho con la privacidad y con nuestros datos, que valen millones y que las empresas los utilizan, comercian con ellos, a veces ilegalmente los cruzan. Ahora mismo la evolución de la publicidad cruzada es muy interesante. No en todos los lugares, por mi experiencia en China lo estoy viendo, hay esa tolerancia a compartir nuestros datos, pero en otros sitios el debate es prácticamente inexistente. Así que, desde España, desde Europa, está bien compararnos con otros sitios, ver cómo están evolucionando ciertas variables del consumo y de los derechos del consumidor.
¿Cuál sería el primer paso para ser un consumidor concienciado y responsable?
El consumo es una de las vías más interesantes de participación directa
Consumimos casi todo el tiempo, a veces sin darnos cuenta. Yo sostengo que es una de las vías más interesantes de participación directa. No solamente nos limitamos a votar cada cuatro años (bueno, en los últimos tiempos hemos tenido que votar mucho más), pero al final es como si votásemos tres veces al día. Tenemos vías de participación que desconocemos, vías que no nos suponen un coste y que simplemente basta compararnos. La mayor parte de la gente se ha sentido timada, estafada o víctima de algún abuso en los últimos meses. Si preguntamos, sin embargo, muy pocos reclaman. Tenemos esa tendencia a enfadarnos sin hacer nada e incluso a no leer la letra pequeña de contratos. Y claro, al final las compañías muchas veces abusan de eso.
¿Qué tipos de consumidores hay? ¿Crees que les falta información sobre sus derechos como consumidores?
La información en muchos casos está ahí, pero es muy críptica, está mal explicada. No sé por qué no hay un trabajo de divulgación mayor. La gente necesita que se les explique si puede optar a la renta mínima. La gente necesita que se le explique qué alimentos claramente son nocivos. Pero a veces los estándares no nos dejan ver exactamente la letra pequeña o la administración no realiza el mismo esfuerzo en comunicar lo que está haciendo. Puede haber iniciativas muy interesantes, pero si hay cuellos de botella, como por ejemplo, que no se entiende a lo que se está haciendo, no vale de nada.
Luego, claro, hay un punto de acción del consumidor, de responsabilidad individual, de saber lo que te estás comiendo, y de coherencia, porque si estamos tratando de ser sostenibles y hablamos de medio ambiente, de cambio climático y después estamos comprando cosas naranjas en Sudáfrica cuando las tenemos en Levante, pues quizás no es muy congruente. Al final, la clave es tomarse un poco de tiempo, que nos interese y tener herramientas, como por ejemplo Código de Barras. Esperamos que nos facilite esas pasarelas hacia lo que va a hacer valer nuestros derechos.
Los audiolovers (como consumidores compulsivos de audio), ¿tienen por qué preocuparse?
Mientras haya vida, va a haber radio
No creo que tengan que preocuparse al revés. La oferta es cada vez mayor. La radio nos ha acompañado muchísimo durante la pandemia, durante el confinamiento. Está siendo una fuente de información inmediata, pero también una compañía, voces familiares que estaban arropando durante meses complicados y cuando las cosas se empiezan a complicar de nuevo, creo que es clave tener esas voces y tener esa garantía de rigor y de calidad. El audio yo creo que no se va a morir nunca y mientras haya vida, va a haber radio. Así que para mí no hay ningún problema. Nada de lo que preocuparse.
El programa se emite todos los domingos de 06.00 a 07.00 de la mañana en la antena de Cadena SER y también está disponible en formato podcast. Aquí puedes consultar todos los programas y no te pierdas el último.
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