La Cadena SER rinde homenaje a Carlos Llamas dándole su nombre al estudio central de la emisora
La Cadena SER celebró ayer la fecha en la que, hace nada menos que 100 años, inició sus emisiones con una programación especial repleta de sorpresas. El broche de oro a esta emotiva jornada lo puso un homenaje a Carlos Llamas, emblemático director de ‘Hora 25’ entre 1992 y 2007, comandado por Aimar Bretos, actual director y presentador del programa, y Montserrat Domínguez, directora de contenidos de la Cadena SER. Acompañados de Ignacio Soto, director general de la SER, y de multitud de trabajadores y extrabajadores de la emisora, inauguraron la placa que renombra el estudio principal de la radio, hasta ahora conocido como el A1, como el ‘Estudio Carlos Llamas’.
«Hoy recogemos lo que sembró Carlos Llamas en esta redacción. Todos los que estáis aquí, veteranos y jóvenes, habéis aprendido de su legado y lo dejáis para las nuevas generaciones. Pero también hacéis algo muy importante, que es enseñar y explicarle a los oyentes cómo tienen que valorar el trabajo que hacemos y su nivel de exigencia. Eso lo aprendimos de ‘Charly’ y esa esencia está hoy aquí en todas y cada una de las personas que estamos en el estudio», indicó Montserrat Domínguez.
Javier Casal, director de ‘Hora 14’, puso en valor la forma que tenía Carlos Llamas de ejercer el liderazgo: «Hay jefes que saben mandar porque gritan mucho e imponen su autoridad, y Charly era todo lo contrario. Él buscaba un buen argumento que amparara o respaldara la apertura de un informativo. Si conseguías convencerle tenías el cielo ganado. Era una persona que defendía los principios de su profesión y en ningún momento le gustaba que llegara alguien y le dijera que tenía que meter este corte. Esto lo llevaba muy mal y solo quien tenía el poder de defender con argumentos una apertura se llevaba el gato al agua. Yo le he visto hacer esto, defender un enfoque ante los jefes, pero también hacerlo con su equipo cuando había alguna duda, ahí siempre estaba Charly y si lo sabías defender, él te iba a defender».
«He pasado muchísimas horas, muchísimo tiempo y no hago más que pensar qué pensaría Carlos si supiera que estamos haciendo esto ahora y seguramente diría ‘qué gilipollez’, que era su expresión favorita. Es una especie de hilo que va bajando de generación en generación y yo creo que soy lo que soy gracias a él. Teníamos una deuda pendiente con él y creo que teníamos que hacerlo. No hay día que pase sin pensar ‘cómo contaría Carlos lo de Bárbara Rey’, por ejemplo, sería tan divertido y al mismo tiempo algo tan complejo, que era su capacidad, la de entender él mismo lo que estaba pasando y transmitírtelo tal y como lo había entendido», comentó Javier del Pino, exsubdirector de ‘Hora 25’ y actual director de ‘A Vivir’.
Juan Ramón Lucas, sobre Carlos Llamas: «No era un verso suelto, era un tipo inteligente y con criterio»
Otro de los periodistas que intervino durante el homenaje fue Juan Ramon Lucas, amigo íntimo del añorado locutor: «Carlos era irónico, inteligente y sobre todo tenía algo que luego fue vital y creó escuela: era verdad porque nunca se despegó de la calle. Él siempre fue el mismo, siempre fue profundamente independiente, incluso y, sobre todo, de los criterios del propio grupo, él iba a su bola y decía lo que creía que tenía que decir. No era un verso suelto, era un tipo inteligente y con criterio que amaba lo que quería y valoraba lo que era la calle. Le echo mucho de menos en estos tiempos”.
La periodista de la Cadena SER, Toñi Fernández, productora del programa durante 12 años, ha desvelado que Llamas «se sentaba ladeado [no elegía el micrófono principal]. Leía todo el guion, a veces decía ‘tiene más trampas que una selva’. Lo leía fumando, con el bolígrafo en la boca y luego me hacía señas como si yo le pudiera entender. Creo que hay personas que pueden definirse con una frase y Carlos siempre decía que a una isla desierta se llevaría una barca para volver. Entonces, llevo pensando todo el día que esta placa son astillas de esa barca».
El redactor jefe de la Cadena SER, Miguel Ángel Muñoz Encinas ha comentado: «era un tipo muy divertido. Lo del tabaco era insoportable. De hecho, recuerdo cuando se aprobó la ley antitabaco pasó un compañero que fumaba y le dijo ‘oye Charly la ley entraba en vigor el 1 de enero, ¿tú qué vas a hacer con la ley?’ y él dijo ‘incumplirla’. Ese era Charly. Incluso el día el que volvió, él tenía un cáncer, que a la postre acabó con su vida, estuvo unos meses fuera y luego volvió, al acabar el programa empezamos a recoger todo lo que le habían mandado y de repente me aparece con un poto y me dice ‘Miguel, échame un cable’, ‘pero, Charly, no tengo más manos’ y me dijo ‘cógemelo que tengo cáncer’, era así incluso con su enfermedad».
«La imagen que tengo de él es de la estrella, menos estrella que he conocido. Era muy importante y muy aleccionador su manera de saber que era una estrella, pero no comportarse como tal. Era un ejemplo profesional, también personal. Con el tiempo he llegado a tener claro que en este oficio es complicado conseguir que te crean pero es más complicado que te quieran y Charly consiguió las dos cosas. Ese vínculo de Charly con los oyentes sigue vivo», apuntó Pedro Blanco, mientas que Esther Bazán remarcó que “nombrar este estudio como Carlos Llamas no solo es una cuestión generacional, es sentimental. Abrimos la puerta a que otras generaciones entiendan su modo de hacer, el de la Cadena SER, se interesen porque muchos de los que llegan ahora ni le conocieron y es una manera de que acudan a la fonoteca y le escuchen».